No hace falta leerlo todo, en el primer párrafo ya dicen lo que queremos saber:
La prestigiosa Guía Michelín dedica en su edición de 2008 siete páginas a Valencia y en ninguna de ellas hace mención a la nueva marina Juan Carlos I.
Sin embargo destacan la Catedral –como no-, la torre del Miguelete, la Lonja, el Palau de la Generalitat – ¿incluyendo los fantasmas?, la plaza de la Virgen y el IVAM.
Todos en el casco antiguo.
Ah y por supuesto la Ciudad de las Artes, por supuesto.
O sea, que todo lo que nos están vendiendo de la proyección mundial de Valencia con obras magnas y enormes proyectos, son sandeces. Habrá gente que vendrá una semana a las carreras –del aeropuerto al circuito en helicóptero-, otra a las fallas –como es habitual-, y cuando no hay ni carreras ni fallas lo que llama a la gente es la cultura. Y ya si me lo permite sólo añado una cosa más: la riqueza de una cultura no se mide por lo que puede comprar, sino por lo que produce.
La cultura, la tradición, la calidad que enmarca nuestros recuerdos, la memoria viva de la ciudad en todos sus pequeños detalles.
ResponderEliminarSubscribo totalmente.
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