domingo, 27 de septiembre de 2009

Tachado

Hemos hablado muchas veces en este blog de arte urbano y de su valor como denuncia activa de la situación de nuestra ciudad. Ésto al margen de su valor intrínseco como obra de arte, arte verdaderamente libre y abierto a todos. Hoy traslado esta entrada desde mi blog personal, Licor de Ajenjo, ya que no entiendo muy bien qué pasa, sólo puedo pensar en envidias o celos, lo que me entristece más de lo que puedo expresar.

Siguiendo con tachados. Esta mañana he descubierto la obra de Escif, cerca de la plaza de Espartero, no ya tachada, sino tapada con negro betún. No cubierta la pieza -si hubieran sido los vecinos, quizás hubieran simplemente pintado encima-,sino destruida con ganas anulando rostros y quitándole el alma y la firma. Una calle que ni siquiera es fea -eso aún le daría algo de carácter-, sino sólo una olvidada y ajada recta entre dos puntos, ganaba significado y memoria con los trabajos de Escif. Ahora sólo hay manchas y rabia, y la misma suciedad y dejadez de siempre. No, no creo que hayan sido los vecinos. ¿A qué obecede ésto?

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