La casa-palacio Valeriola en la calle de mismo nombre es un típico ejemplo del gótico civil valenciano. Fue residencia de Joan de Valeriola y lugar de reunión de la Academia literaria de "los Nocturnos" fundada por Bernardo Català de Valeriola en 1591. Durante sus sesiones se trataban no sólo temas literarios, sino también científicos y políticos. Se reunían todos los miércoles al caer la noche -de ahí su nombre-, y sus miembros adoptaron como "alias" seudónimos que tuvieran relación con la noche: Sombra (Gaspar Aguilar), Tinieblas, Silencio -el propio Bernardo Català-, Secreto(Guillem de Castro)y así. A penas duró cuatro años. Pero fue suficiente para dar inicio a lo que fue la escuela de Lope de Vega. Tan sólo nos quedan un par de cancioneros.
La planta gótica con su vestíbulo, patio con pozo y brocal y escalera adosada al muro y decorada con moldura en zig-zag, semisótano, entresuelo, piso principal y superior sufrió alteraciones durante el barroco -se ocultó el rico artesonado y se remodeló en parte la fachada, pero sobre todo durante el XIX, cuando la casa-palacio se convirtió en edificio de viviendas de alquiler. En el 2001 fue adquirido como sede de la Fundación Chirivella-Soriano de la Comunidad Valenciana -lo que fue una suerte-, con la intención de convertirlo en sede del primer centro privado de arte contemporáneo de la ciudad de Valencia. El encargado de su rehabilitación fue el arquitecto Carles Dolç y la diseñadora Neus Sanfélix. Se volvió al plano original, se recupero el magnífico artesonado del XIV -todavía en trabajos hoy con el apoyo de Caixa Catalunya desde el 2006- y las primitivas vigas de madera talladas y policromadas. El objetivo de la fundación es convertirse en espacio de referencia del arte más actual. De hecho, el pasado marzo se firmó un convenio con el Consorcio de Museos para compartir fondos.
La planta gótica con su vestíbulo, patio con pozo y brocal y escalera adosada al muro y decorada con moldura en zig-zag, semisótano, entresuelo, piso principal y superior sufrió alteraciones durante el barroco -se ocultó el rico artesonado y se remodeló en parte la fachada, pero sobre todo durante el XIX, cuando la casa-palacio se convirtió en edificio de viviendas de alquiler. En el 2001 fue adquirido como sede de la Fundación Chirivella-Soriano de la Comunidad Valenciana -lo que fue una suerte-, con la intención de convertirlo en sede del primer centro privado de arte contemporáneo de la ciudad de Valencia. El encargado de su rehabilitación fue el arquitecto Carles Dolç y la diseñadora Neus Sanfélix. Se volvió al plano original, se recupero el magnífico artesonado del XIV -todavía en trabajos hoy con el apoyo de Caixa Catalunya desde el 2006- y las primitivas vigas de madera talladas y policromadas. El objetivo de la fundación es convertirse en espacio de referencia del arte más actual. De hecho, el pasado marzo se firmó un convenio con el Consorcio de Museos para compartir fondos.
...tiene vigencia por un año aunque prorrogable en el tiempo, estipula que la fundación aportará los medios materiales para la producción, montaje, realización, así como para la edición del correspondiente catálogo de cada muestra. Por su parte, el Consorcio de Museos "aportará la dotación económica suficiente para llevar a cabo las exposiciones que se programen", indicaron fuentes oficiales.
Las Provincias, 19/03/09
En cualquier caso, como digo, una suerte para el palacio Valeriola, que resplandece entre ruinas y recupera su pasado de difusión de ideas. Muy cerca, Velluters lucha para recuperar si no ya el edificio, sí el solar de lo que fue el Princesa para uso y revitalización del barrio. Y en la calle Eixarchs, que va a morir en Santos Juanes, varios edificios de similar valor patrimonial se maceran listos para la pala.
Con la poca voluntad que hemos vista hasta ahora y la que está cayendo, aunque mi espíritu se revuelva -creo que es la administración pública quién debería velar por nuestro patrimonio y darle un uso común,- quizás deberíamos empezar a postular ante mecenas privados para recuperar todo lo que se está echando a perder. Aún a costa de que acaben convertidos en espacios exclusivos. Ya no lo se.
En cualquier caso, como digo, una suerte para el palacio Valeriola, que resplandece entre ruinas y recupera su pasado de difusión de ideas. Muy cerca, Velluters lucha para recuperar si no ya el edificio, sí el solar de lo que fue el Princesa para uso y revitalización del barrio. Y en la calle Eixarchs, que va a morir en Santos Juanes, varios edificios de similar valor patrimonial se maceran listos para la pala.
Con la poca voluntad que hemos vista hasta ahora y la que está cayendo, aunque mi espíritu se revuelva -creo que es la administración pública quién debería velar por nuestro patrimonio y darle un uso común,- quizás deberíamos empezar a postular ante mecenas privados para recuperar todo lo que se está echando a perder. Aún a costa de que acaben convertidos en espacios exclusivos. Ya no lo se.
2 comentarios:
Me encanta tu blog, pero creo que te has equivocado en un punto de este articulo.
La casa-palacio de la calle Valeriola, es el Palacio de Joan de Valeriola, que no tiene que ver con la Academia de los Nocturnos, se trata de otra rama de la familia, los Nocturnos se reunían en el Palacio de Catalá de Valeriola situado en la Plaza de Nules. Espero haberte servido de ayuda
Gracias, no lo sabía. Intentaré redactar una corrección a esta entrada pronto.
De nuevo gracias :)
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