Para los que lean las entradas de este blog, y pensando a la hora de escribir, no quiero que parezca que nos quejamos de vicio, que somos Naïf, o idealistas. – que Valencia tenga más árboles, ¡por favor! ¿A quién se le ha ocurrido la idea?- No, para nada nosotras nos dedicamos a hablar de la ciudad que conocemos.
Valencia es así, y para hablar más en concreto: el barrio del Carmen es así ¿A qué me refiero? A casas recicladas a base de acero y cristal dónde todas las puertas tienen llave, y gente en la calle de al lado que toma el aire a la puerta de casa porque no tienen –porque no pueden tener- un aire acondicionado en el salón.
El domingo, cerca del mercado Mosen Sorell tuvimos a la cicerone más curiosa que habremos tenido nunca, esta mujer limpia las escaleras de uno de esos experimentos de modernidad-antigua. La mujer nos vio tan interesadas en el patio que acababa de fregar que nos contó –con mucha amabilidad- que ése era el taller dónde antes hacían la falla, y cómo la han restaurado. También nos hizo entrar para ver el pastiche de hierro y cristal aunque, como ya he dicho, acabara en ese momento de fregar el piso, y como dijo ella misma, mañana tendría que volver a fregar. Una mujer que friega suelos hasta los domingos, porque hay que comer, nos decía, e incluso con ello no se llega al mes.
Lo dicho, son retales de nuestra cuidad.
1 comentario:
tengo foto que documenta el pastiche.
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