El pasado noviembre escribí:
Se someterá a información pública la modificación del Plan de Protección Especial del barrio de Velluters, que ¡faltaría más! incluye un aparcamiento subterráneo, y también la recuperación del antiguo teatro Princesa para uso público
Bueno, pues ya no podrá ser. Otra vez demasiado tarde.
Anoche ardió el Princesa. Ya no existe. Lo quedaba de él se ha ido en humo despues de años de abandono y dejadez. En sus cenizas se van desdibujando ya miles de recuerdos ligados a muchas vidas de esta ciudad que en algún momento tuvieron contacto con este teatro. ¿Y qué pasará ahora?
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