viernes, 8 de enero de 2010

Mercedarios, derrumbes y lluvias.


Es que sólo hace falta esperar. Dejas abandonado un edificio, sin cuidados y a merced de parásitos, del polvo, del calor, de la humedad y a esperar, a esperar que lleguen las lluvias. Porque llegan, y llegan da igual si torrenciales o en forma invernales diluvios o primaverales duchas. Éstas son las que terminan finalmente con el edificio. Cascotes primero, derrumbes después. Eso si el fuego no se adelanta. Por supuesto, no es un proceso rápido. Es necesaria una paciencia implacable, pero en uno años acabas teniendo un solar en pleno centro histórico y ningún edificio que restaurar.
Ayer día 7 se tuvo que acordonar el que fue antiguo convento de los Mercedarios en la Calle Corona, no muy lejos de donde estuvo el Princesa, por la caída de cascotes.

2 comentarios:

Masclet dijo...

...y el otro día se hundió parte del tejado de Sant Vicent de la Roqueta.

Eso debe ser el progreso...

Ajenjo dijo...

hay un interesante artículo hoy en en el Levante.