La diferencia entre un blog periodístico, y un blog vivencial es que si escribiéramos el primero, cuando el otro día Ajenjo y yo nos colamos en esta casa, habríamos preguntado cosas como quién vive aquí, si está alquilado o es propietario, si es alquiler, cuánto paga, quién es el dueño/a/os/as, si están esperando a que se caiga, o si piensan seguir viviendo mucho tiempo aquí y en estas condiciones, caramba. O menos indignantes como quién fue el arquitecto, cuándo se construyó, en qué estado están las cubiertas…
|
Este es uno de mis edificios favoritos, y como se puede ver está en un más que franco estado deterioro (yo me rehabilito, tú te rehabilitas…) el caso es que está detrás de una gasolinera, en un lugar de mucho tránsito, al lado de las Torres de Quart, en una zona del barrio con bastantes casas rehabilitadas (calle de murillo), pero seguro que no os habéis fijado, da igual.
En fin, ya estaba contenta sólo con haberme atrevido a entrar – y haber empujado a Ajenjo, también –y no hice ninguna pregunta, sólo dije un “hola” audible y puse la sonrisa especial para tratar con funcionarios. A veces, y este es el contenido “vivencial” hay que tener cara y espalda, y echar pa’lante aunque sea a la compañera, la cual igualmente se embelesó haciendo fotos.
Menos mal que no había perro.
Por cierto, a una pregunta sí que me respondió este cartel de la escalera: el edificio está desinsectado/desinfectado.
2 comentarios:
Lástima que se encuentre tan abandonado su aspecto, aunque eso si, desinfectado.
Desinfectado sí, pero el interior no está mucho mejor que el exterior. Una lástima. Otra más.
Publicar un comentario