Tiene el Ayuntamiento el excelente empeño de dejar todas las calles rotuladas en valenciano, encomiable labor, pero y ahí viene lo negativo, no todo es traducible para un buen entendimiento, como por ejemplo los nombres propios, la calle Colón no debería ser traducida por “Carrer de Colom” (Paloma), la calle Colomer (apellido) por “Carrer del Colomer” pues poniéndole “del” lo transformaríamos en “del Palomar” y sin embargo la calle Palomar queda traducida en Carrer de Palomar), la calle Alta no debería ser traducida como “carrer de Dalt” (calle de arriba) y la calle Baja por “carrer de Baix” (de abajo).
A todo esto las placas nuevas, al parecer metálicas, todas con el mismo formato son colocadas allí donde le es más fácil al operario de turno, en una plaza tres placas en la misma fachada en un espacio no superior a 20 metros, la otra parte de la plaza, ninguna.
Otras veces la placa es superpuesta a la antigua de cerámica blanca del siglo XIX.
En una minucia como esta, pediría a nuestras autoridades un poco de delicadeza lingüística y estética.
Dedicado a la amiga Msnice, que creo que no le ha dado tiempo de fotografiar esta placa de curioso nombre, que ya no existe por derribo de la fachada aunque ha sido sustituida por una de las nuevas
3 comentarios:
Para qué negarlo, me encanta la obispa.
Y ya de paso, ¿por qué no en los dos, como sería de ley?
Doncs el mateix va passar amb els noms valencians quan les autoritats van començar a castellanitzar tot el que no pareguera castellà, com per exemple cognoms:
Monjo-->Moncho quan en realitat es Monje
Noms de poble:
La Vila Joiosa--> Vilajoyosa quan en realitat no te res a vore amb joies sino amb el goig.
etc, etc, etc
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