lunes, 24 de noviembre de 2008

Moho en la naves de Cross


foto Levante

Están enmohecidas las bóvedas de las protegidas Naves de Cross. Por la últimas lluvias, claro, pero sobre todo por la falta de cuidado previo, ya que no estaban impermiabilizadas. Lo que es evidente es que esta situación hace peligrar la rehabilitación del edificio, cedido al Arzobispado para convertirse en la iglesia de "los santos martires valencianos", de.. ¿la seguirán llamando cruzada? En cualquier caso, las obras, según el Levante, están paralizadas desde al menos 6 meses. En principio, por meras cuestiones económicas. El Arzobispado no tiene no puede hacer frente al gasto. De hecho, los técnicos municipales han redactado y remitido un informe al área correspondiente para que el Ayuntamiento decida la prórroga o la caducidad de estas en apariencia inexistentes obras.

Por su parte, el Arzobispado está recaudando fondos para dicha iglesia (5 millones de € de presupuesto), una más de la siete que tiene en proyecto. No me extraña que se niegue a admitir la apostasía de aquellos que han querido acogerse a ella, sobre todo si ello influye en sus ingresos. Pero sigo. La iglesia de los santos mártires valencianos no se quiere privar de campanario, que para levantarse arruinará la primera crujía de la bóveda. Si es que el moho no la destroza por completo antes, ya que las obras no tienen visos de continuar y/o empezar pronto. Aduce el Arzobispado que la rehabilitación es complicada. Por supuesto. Debe ser lo: complicada, delicada, respetuosa.
Quizás el Ayuntamiento debería replantearse su cesión, y el Arzobispado reconsiderar sus intereses y dejar que la ciudad recupere las Naves para uso propio.
Por lo demás, la comisión de urbanismo discutía hoy la modificación del Plan Especial de Velluters para ampliar la protección a los restos del antiguo convento de la Puridad, incluido su jardín. Nada para la casa natalicia de Pérez Bayer.

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