En los Jardines del Real o de Viveros podemos encontrar muchas pequeñas y grandes maravillas, delicadas delicias, sorpresas de belleza que encandilan, como esta escultura de José Capuz, Ídolo, colocada allí en 1925, cerca de la Alquería de Canet, en la avenida que da salida hacia Blasco Ibáñez.